¿Has sufrido el síndrome de la hoja en blanco?

Estás allí, en tu oficina, sentado a la computadora. Abres Word, WordPress o Google Docs. Te sientes dispuesto y motivado a crear un post increíble. Y cuando finalmente vas a empezar a teclear, ocurre: te bloqueaste, no tienes de qué escribir, ni sabes como empezar. Se trata del síndrome de la hoja en blanco. Es esa parálisis psicológica que te da al momento de iniciar un proceso creativo, impidiéndote empezar un proyecto.

Aceptémoslo, todos quienes nos dedicamos al mundo de la redacción o creación de contenido hemos sufrido alguna vez del síndrome de la hoja en blanco. Pero afortunadamente, hay muchas formas de combatirlo. 

Te invitamos a que sigas leyendo este post de La Web del Redactoren el que te daremos algunos consejos sobre cómo combatir este mal que afecta a todos quienes nos dedicamos a la redacción. 

Lo primero que hay que saber, es que, para combatir la enfermedad, primero debes saber cuál es la causa. Exactamente lo mismo pasa con el síndrome de la hoja en blanco. Lo principal es que te des el tiempo de pensar sobre cuáles son esos factores que te están provocando este bloqueo mental. 

¿Cuáles son las causas del síndrome de la hoja en blanco?

Responder esta pregunta no es fácil, ya que la respuesta puede ser muy relativa. Y es que el motivo por el cual una persona pueda estar sufriendo un bloqueo mental depende de diversos factores muy personales. Sin embargo, en este post de explicar las causas más “comunes” que producen este síndrome. 

  • Trabajar bajo mucha presión: si bien es cierto en algunos puestos de trabajo exigen el saber trabajar bajo presión como requisito, esto no siempre es lo mejor para despertar el proceso creativo. Cuando sometes a tu mente a niveles muy altos de estrés, ocurre precisamente que ésta se bloquea. Claro, como mencionamos un párrafo más arriba, todo esto es muy relativo. Hay personas que efectivamente trabajan mucho mejor bajo presión, a quienes les viene bien un poco de estrés para despertar la musa que llevan dentro.

Sin embargo, si no es ese tu caso, seguramente el trabajo bajo presión es una de las razones por las cuales estás sufriendo del síndrome de la hoja en blanco.

  • Tiempos de entrega muy cortos: este punto tiene mucha relación con el primero. Sucede que cuando los tiempos de entrega son muy cortos, lo que probablemente te puede pasar es que no dispondrás del tiempo necesario para dar cabida al proceso creativo. Y a partir de allí, tu mente sufrirá un bloqueo. Por eso es importante que los tiempos de entrega sean razonables. Así, podrás sentarte con calma frente al computador y dar rienda suelta a tu imaginación para escribir artículos increíbles.
  • Un mal ambiente de trabajo: Cuando el ambiente de trabajo es malo, la creatividad simplemente no fluye. Bien sea que trabajes en una oficina junto a otras personas, o en la comodidad de tu casa en absoluta soledad, el ambiente es algo sumamente importante para despertar a ese genio creativo que yace dentro de ti. Y esto aplica en dos sentidos: en la relación que tengas con tus compañeros, y el lugar físico en el que te desenvuelvas. 

En el primer caso, cuando existe una buena energía en el equipo de trabajo, la creatividad simplemente fluye. Y si no, sabes que tendrás a tu lado a un grupo de personas dispuestas ayudarte. En el segundo caso, trabajar en un ambiente gris y sin color no contribuye en nada a despertar la mente. Por eso, trata siempre de buscar un espacio que permita que tu creatividad se esparza.

  • Agotamiento físico o mental: una causa muy común de este síndrome es el agotamiento físico o mental. Las largas jornadas de trabajo y el estrés del día a día generan cansancio. Si estás bloqueado mentalmente, quizá tu cerebro te está mandando un mensaje de que es un buen momento para tomar un descanso. Y si no has tomado vacaciones en un buen tiempo, tal vez sea tiempo de que lo consideres.

Ahora que conoces las causas genéricas del síndrome de la hoja en blanco, viene la pregunta: ¿Cómo combatirlo?

¿Cómo combatir este bloqueo creativo?

Esta pregunta tampoco es fácil de responder. Al final, cada persona tendrá sus propias rutinas para despertar la creatividad. Sin embargo, vamos a tratar de darte algunos consejos que, por lo general, funcionan para que la musa toque a tu puerta.

  • Despégate del computador: lo primero que tienes que hacer si no te llega la creatividad, es alejarte del computador. Estar frente a la pantalla sin tener una idea de lo que vas a escribir sólo te va a generar más ansiedad. Aléjate unos minutos, respira y ordena tus ideas. La creatividad llegará en el momento más oportuno. 
  • Sal a dar una vuelta: Caminar es una buena forma de activar el cerebro. Si estás sufriendo el síndrome de la hoja en blanco, dar una vuelta por la calle o por un parque puede ser de mucha ayuda. Así, respirarás aire fresco, estarás en un ambiente más tranquilo, lo que sin duda ayudará a activar el proceso creativo. 
  • Escucha música: para muchos redactores, escuchar música a la hora de escribir es casi una obligación. Y si bien es una regla que no necesariamente aplica a todos, sí tiene mucho sentido. Lo cierto es que escuchar música incrementa la productividad en un 20%. De hecho el servicio de streaming Deezer, ha creado una lista de reproducción para escuchar mientras trabajas. Así que ya sabes, cuando estés bloqueado, la música es una buena herramienta para desbloquear tu mente. 
  • Sólo escribe: si al final ninguna de estos consejos te ha servido, simplemente…escribe. Sí, escribe. Cualquier cosa. Lo que se te ocurra. Muchas veces lo que ocurre es que tienes ideas muy dispersas y no sabes por donde empezar. Para combatirlo, escribe todas las ideas que tengas en mente. Cuando redactas un artículo, lo lógico es empezar por el principio. Pero cuando la creatividad no fluye, lo mejor que puedes hacer es redactar todas las ideas que tengas por separado. 

Ten en cuenta que el síndrome de la hoja es un bloqueo a la hora de comenzar un proceso creativo. Pero una vez que comienzas, la creatividad empieza a aparecer. Así que, escribe. Empieza por el final si es necesario. Una vez que vayas agregando palabras a la página, el orden y la estructura se irán dando de forma natural. 

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